claudio-marrero-presidente-ateneo-lalaguna
maca-martinon
Maca Martinón

 

 

 

 

Claudio Marrero

Presidente del Ateneo de La Laguna

“Yo creo que el Ateneo es un ejercicio de responsabilidad social, pública, de gente comprometida que imagina un futuro y hace por que ese futuro llegue sin esperar a que ocurra.”

“Nuestro compromiso con el Ateneo es mantenerlo vivo. Seguir ese hilo del encuentro, del debate, de la política en el sentido amplio de compromiso con la sociedad. En estos tres años y medio largos, me llena de orgullo y satisfacción decir que no hemos suspendido ni un solo acto. Y esto se debe al trabajo generoso y en equipo que han llevado adelante los compañeros de las secciones.”

 

Claudio Marrero nos cuenta estos tiempos complicados para el Ateneo de La Laguna tras sufrir su edificio un incendio en 2019. Su pelea con la Gerencia de Urbanismo que no da el permiso para restaurar el edificio. Su reconocimiento al verdadero motor del Ateneo: los compañeros de las secciones, y su agradecimiento a las instituciones que les ceden espacios para realizar la actividad cultural del Ateneo.

Y nos relata esos tiempos de debate por el polémico museo Rodin en los que tuvo un papel importante, y que originó un movimiento de empoderamiento y de cambio desafiando al poder mediático y político.

Claudio Marrero Escudero (Arucas, 1967) es un tipo alto de barba blanca. Verbo fácil y elocuente, de coña soterrada despuntando a cada rato. Con las ideas claras de qué significa el compromiso con la sociedad y con la cultura. Le gusta hablar y nos relata las complicaciones que han surgido para gestionar la rehabilitación del edificio del Ateneo. Nos cuenta con enfado contenido su pelea con la Gerencia de Urbanismo que no da el permiso para la rehabilitación del inmueble.

Un tipo que entiende que las mujeres han avanzado en el arte y en la cultura, pero no considera que ayude la reivindicación de algunas artistas con obra menor que por el hecho de ser mujeres se las coloca al nivel de las que tienen más valía.

Un tipo sin adscripción política que tuvo que decirles a los políticos que se leyeran lo que iban a votar. Un tipo, que en el huracán de la polémica por el museo Rodin, resumió en cinco minutos el disparate que iban a perpetrar en Santa Cruz. Y el tsunami que se produjo tras el éxito de la campaña en contra. Y lo que originó, por primea vez en mucho tiempo, la sensación de que las causas justas se pueden defender y ganar. Un tipo al que no le importa meterse en esos fregados porque al fin y al cabo, a pesar de que le quite tiempo, eso es lo que le da sentido a la vida.

 

P.  El 4 de octubre de 2019 un incendio originó el desplome de la techumbre del edificio que alberga el Ateneo de La Laguna. Después de tres años y tres meses desde aquel infausto día, aún permanece cerrado. ¿Cómo ha sido este tiempo? ¿Qué ha impedido que no se haya restaurado?

R. Este tiempo ha sido muy complicado en el que hemos tenido que aprender a gestionar con tres administraciones públicas. Nosotros dependemos de las subvenciones del Ayuntamiento de La Laguna, del Cabildo de Tenerife y del Gobierno de Canarias. En un primer momento, las administraciones se pusieron en contacto con nosotros para decirnos que nos iban a ayudar. Y planteaban una solución, ellos formaban un consorcio y se encargaban absolutamente de todo: elaboraban un proyecto, arreglaban el edificio, y nosotros les cedíamos la propiedad a cambio de un acuerdo, por medio del cual seríamos independientes y podríamos gestionar como lo habíamos hecho hasta ahora. A mí en principio no me pareció una mala idea. Lo que les planteé es que teníamos que consultarlo con la Asamblea General de socios. Pero poco a poco fueron deslizando en los medios cuestiones como: “Ya que vamos a hacer esto, pues podíamos meter otras asociaciones allí; igual podríamos reservar un espacio para el Ayuntamiento de La Laguna”. O la última, que fue ya lo que nos indignó: “Ustedes son autónomos e independientes, pero nosotros tenemos de algún modo que fiscalizar qué se enseña o qué no se enseña en el Ateneo”.  En ese momento nos cerramos en banda y dijimos que nones, que ya veríamos nosotros cómo gestionar esto que ha sido y está siendo muy complicado.

Una vez que colapsa el techo y nos quedamos al descubierto, nunca mejor dicho, la Gerencia de Urbanismo nos llama para decir que tenemos que reponer de urgencia un techo provisional, que ellos son conscientes de que nuestra situación económica no nos va a permitir afrontar esa obra y que ellos lo van a hacer subsidiariamente como medida cautelar. Yo se lo agradecí y me pareció estupendo. Para eso tuve que firmar una deuda por unos 40.000 € para que ellos hicieran la obra. El mismo día que estábamos firmando me decían: “Ya veremos la manera de que ustedes no tengan que pagar”. Llegó la pandemia, llegó el confinamiento y se pararon todos. Cuando los juzgados se cerraron,  nos desentendimos de todo, no teníamos capacidad de trabajo.

Nueve meses más tarde nos llega una obligación de pago del Consorcio de Tributos. Teníamos que pagar una deuda de 28.000 euros, ya no eran 40.000 euros que fue el cálculo excesivamente generoso que hicieron para la contrata. Hablamos con la Administración y nos dijeron lo mismo: “Desentiéndete, ya veremos la manera de arreglarlo”. Se consiguió parar, y seguimos buscando un proyecto y arquitectos. Seis meses más tarde nos vuelve a ocurrir lo mismo y nos embargan la cuenta porque no habíamos hecho frente a este pago. Esto es una puñeta. Primero, porque no podemos gestionar nuestro poco dinero. Y después, porque nosotros vivimos de las subvenciones y no podíamos recibirlas con la cuenta embargada. Conseguimos arreglarlo y nos volvieron a decir que nos olvidáramos ya definitivamente del tema. El año pasado, en el mes de julio, volvió a ocurrir lo mismo. Y pagamos la deuda pues el Consorcio de Tributos volvió a amenazarme con embargar la cuenta.

En este proceso nosotros hemos recibido del Gobierno de Canarias dos partidas presupuestarias, las dos aprobadas e ingresadas de 200.000 €, lo cual hacen 400.000 € para la rehabilitación del edificio. Del Cabildo hemos recibido primero 75.000 € para pagar el proyecto y los arquitectos, eso está ingresado, y este año han aprobado un presupuesto de medio millón de euros, con lo cual hace 975.000 € para un proyecto que está valorado en un millón. Pues la verdad es que dinero tenemos. Y a la pregunta que no me has formulado ¿qué ha hecho el Ayuntamiento de La Laguna? Por un lado, hacer una obra de manera subsidiaria que hemos pagado nosotros, o sea, el Ayuntamiento no ha puesto un duro en todo este tiempo. Al margen de esto, ahora mismo estamos peleados con la Gerencia de Urbanismo porque hemos presentado un proyecto básico que no nos lo aprueban, no porque no responda a las prerrogativas del catálogo patrimonial de La Laguna, sino porque entiende que el proyecto no es lo suficientemente bueno para el Ateneo. Y lo digo enfadado. Entre otras cosas porque nos han obligado a poner una segunda escalera de emergencia. Nosotros en el proyecto tenemos un ascensor. Esta nueva escalera se nos come de la planta del edificio un 40%. Por defender el patrimonio, nos obligan a poner una cosa que destroza la estructura interna del edificio. ¿Quién decide eso? Gerencia de Urbanismo. ¿Quién es el que controla las cuestiones de patrimonio? El Cabildo  que entiende que la escalera no tiene que ir y Gerencia se empeña en que la pongamos. Si no, no nos da la licencia. Bueno, pues todas estas son las gestiones del día a día del edificio que nos traen por la calle de la amargura.

Entremedias, por una denuncia de la tienda de deportes que teníamos alquilada, nos hemos visto obligados a pagarles 50.000 €. El seguro que nosotros teníamos, una póliza por 345.000€ , nos ha dado 30.000 €. Todo muy complicado en cuanto a la gestión del edificio.

 

P. Tuvo que ser doloroso ver las llamas devorando el Ateneo. ¿Qué ha supuesto la carencia de un espacio propio?

R. El día del incendio fue un viernes. Yo salía de trabajar y me llegó un WhatsApp diciendo lo que había pasado. Fui como un loco a ver el incendio. La sensación de desamparo, de soledad fue terrible. De hecho, pregunté a los bomberos y a la policía qué podía hacer, me dijeron que absolutamente nada, que me retirara y que mirara. Y en ese momento, me vine abajo, empecé a llorar como un niño chico. Vi que los periodistas se habían dado cuenta y me estaban sacando fotos y no quise que nadie sacara una foto del presidente del Ateneo llorando y me marché. Me puse a trabajar y al día siguiente ya estaba. Porque desde el minuto uno, lo que teníamos muy claro es que el Ateneo no es el edificio. El edificio es muy importante y es nuestro patrimonio material. Pero nuestro compromiso con el Ateneo es mantenerlo vivo, mantener su actividad, montar exposiciones. Seguir ese hilo del encuentro, del debate, de la política en el sentido amplio de compromiso con la sociedad. Y eso teníamos claro que no podíamos dejar de hacerlo. En estos tres años y medio largos, me llena de orgullo y satisfacción decir que no hemos suspendido ni un solo acto. Es más, nosotros antes del incendio no teníamos coro y ahora tenemos uno que ensaya y tiene sus actuaciones. Toda esa capacidad de resiliencia, de compromiso social, que no soy yo el que lo tiene, sino la gente que colabora en el Ateneo, en las distintas secciones, toda esta gente trabajadora, generosa, todos mis compañeros han sido capaces de sacar esto adelante con la ayuda de un montón de instituciones amigas. Pues la Universidad nos ha dejado espacio, también el Parlamento de Canarias donde hemos montado una exposición. El Ayuntamiento, del que tan mal hablo, también nos ha dejado espacio y se lo agradezco. El Orfeón se ha portado con nosotros maravillosamente bien y el Equipo Para. Hemos montado exposiciones en Gran Canaria, lo que no habíamos hecho nunca, en el Museo Fernando León y Castillo, en Telde. O sea, esa capacidad de externalizar toda la actuación del Ateneo es lo que nos ha permitido seguir trabajando. Y esto, desde luego, yo creo que es un gran éxito.

 

P. El Ateneo de La Laguna ha sido y es un faro para la vida cultural canaria, después de más de 100 años de actividad. ¿Es el Ateneo un sentimiento? ¿Qué sientes como ateneísta y como presidente de la entidad?

R. A mí vincular trabajo con sentimiento me preocupa. Yo soy muy cuidadoso con el lenguaje, y los sentimientos al final son emociones y estas tienden a lo irracional. Desde luego yo tengo sentimiento por el Ateneo, pero no entiendo que lo sea. Yo creo que el Ateneo es un ejercicio de responsabilidad social, pública, de gente comprometida que imagina un futuro y hace por que ese futuro llegue sin esperar a que ocurra. A mí alguna vez alguien me dijo que nosotros éramos facilitadores a la hora de montar cursos, historias, para gente con proyectos que no saben dónde hacerlos o les falta financiación.  Pues si hablan con el Ateneo, nosotros ayudamos. A mí eso me parece que es nuestra labor y desde luego estoy encantado de hacerla.

También hay otra cosa, igual esto es una cuestión personal. Muchas veces me pregunto qué es lo que me lleva a hacer las cosas, a meterte en tanto fregado. Pues lo que me lleva es la vergüenza de que si no lo hago, no soy capaz de mirar a mis hijos a la cara. Cada vez que hay posibilidades de hacer algo y tú puedes hacerla, no hacerla habla mal de ti. Entonces, yo creo que cada vez que alguien tiene una idea, una ilusión y tiene la capacidad de hacerlo, en ese momento tienes la obligación de intentarlo. Si te sabes rodear de gente entusiasta y generosa, es mucho más fácil.

 

P. Has sido reelegido presidente de la Ateneo para el bienio 2023 - 2024. ¿Podrías adelantarnos algunas líneas de la programación para estos años?

R. En este bienio que empieza, hemos afrontado una fuerte renovación dentro de la Junta que realmente es el espacio de representación y de trabajo de la sociedad. Tenemos dos perfiles muy distintos: uno sería el de la gente que hace que el Ateneo esté vivo, que son los que organizan las distintas secciones. Y luego, otro que es más representativo, administrativo, donde estoy yo, el tesorero, los vicepresidentes. En el Ateneo nadie cobra por su trabajo. Tenemos por bandera que las secciones sean completamente independientes y autónomas en su gestión. Y todas se han renovado en un miembro o al completo. Supongo que los Ciclos de cine y el Encuentro Capital seguirán. Y que la línea de la sección de arte será continuista. En Literatura hay proyectos que son muy válidos, que seguramente se mantendrán, como sería la publicación de las plaquettes de poesía. Pero si ellos plantean otra cosa, eso haremos. Y en el caso de Humanidades, la renovación es incluso más profunda, porque nosotros teníamos cierta intención de tender a una paridad efectiva en el Ateneo. No tanto en la representación, tantos hombres como mujeres, sino en los procesos y  en los proyectos. Si repasamos los últimos diez años del Ateneo, podemos comprobar que prácticamente han expuesto el mismo número de hombres que de mujeres. Los proyectos más o menos son equiparables en cuanto a una cuestión cuantitativa, que a mí no me resulta especialmente interesante, porque lo que necesitamos es calidad y excelencia. En Humanidades los responsables tienen un perfil por su formación que claramente apuestan y vigilan todas estas cuestiones de la perspectiva de género, del feminismo. Entonces, posiblemente, haya un cambio.

 

P. ¿Cómo ves el avance de las mujeres en la lucha por sus derechos y su visibilidad en la cultura, en el arte?

R. Yo me he criado como todos nosotros en los 70, en los 80, y venimos de un heteropatriarcado que le hemos puesto el nombre ahora. Y desde luego, yo no es que haga esfuerzo por alejarme de eso, sino que creo que desde hace mucho tiempo no tolero que alguien me señale como sospechoso de participar de esto, porque ya yo me autoimpongo una  sospecha de ser cuidadoso conmigo. Entonces, yo creo que hemos avanzado una barbaridad.

 

P. ¿También en el arte y en la cultura?

R. Yo creo que sí. Por ejemplo, recuerdo cuando hice la carrera, compañeras brillantes, tenía tantas o más que compañeros brillantes. Y después de 30 años, miro dónde está cada uno y ellas han conseguido su lugar perfectamente. Algunas, manejando ciertos discursos feministas, verbalizándolos, y otras simplemente con su trabajo, pero lo han conseguido. Hay una cosa que me molesta un poco que es este revisionismo. Yo creo que hay que estar revisándolo todo continuamente, nuestro pasado como sociedad, nuestra historia, nuestro pasado como persona. Las mujeres han estado orilladas dentro del mundo de la plástica, del arte. Entonces vamos a investigar para sacarlas a la luz. A mí ese trabajo me parece fantástico. ¿Cuál es el problema? Desde mi punto de vista, y esto puede ser un poco polémico, cuando nosotros forzamos esa investigación. Que para montar una exposición, necesiten 50 mujeres pintoras. Y yo hago la investigación, y encuentro 25. Si yo fuerzo para sacar a la luz otras 25, que posiblemente quisieron ser grandes artistas, pero no pudieron serlo porque estaban sometidas y a lo largo de su vida pintaron cuatro cositas pequeñas. Si ahora hago el esfuerzo de reivindicarlas, poniéndolas a un nivel que no tienen, no sé hasta qué punto estás haciendo un favor o te estás tirando piedras contra tu propio tejado.

 

P. ¿Cómo te sientes tras el éxito de la campaña en contra del proyecto del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife de abrir en la ciudad un museo Rodin con réplicas del famoso escultor? El vídeo viral en el que expresabas tu indignación y tu oposición a los planes del Ayuntamiento contribuyó a que el Museo de París desistiera de su propósito. ¿Qué opinión te merece la polémica y su final?

(Claudio Marrero intervino con motivo de esta polémica ante los concejales del Ayuntamiento de Santa Cruz para exponer su punto de vista).

 

R. Pues me encuentro desbordado, como con el paso cambiado, es una cuestión donde yo no pensé verme metido nunca. Mucho antes, desde hace ya un año con este tema, tenía una indignación enorme, porque cualquiera que tuviera dos dedos de frente vería que el plan de viabilidad era un sindiós. Pero es que no hace falta tener una formación de ningún tipo para entender que aquellos números están manipulados. Planteamos dos escenarios: uno es conservador y el otro es optimista. O sea, ya empezamos bien, porque no hay un escenario donde las cosas salgan mal. Plantean unos números completamente inflados, pero vamos a suponer que el que los infló no se dio cuenta. Pero el que los lee, sí tiene que entender que estos números, que los puede dar por buenos, ¿asunto de qué en el escenario conservador la  afluencia de público se multiplica por dos?

La cuestión es que alguien tenía que decirlo. Bueno, pues yo me vi impelido a hacerlo y cuando estaba allí, lo que pensé fue: “Mira, Claudio, piensa que estás en clase de cuarto de la ESO y que tienes que dar una clase”. Yo miraba a los del PP, que votaban a favor pero no lo tenían claro. Y les decía: “Por favor, lo que quiero es que lo lean”. Cuando acabó, me senté,  y fue muy gracioso porque yo no sabía muy bien cómo había resultado. Pero lo cierto es que había público y una señora mayor se levantó, atravesó aquello y vino, me dio un beso y las gracias. Me parece que mal no lo he hecho. Y a partir de ahí fue llegar a casa, colgar el vídeo y ya fue un sinvivir. O sea, dos mil y pico reproducciones. Después se publicó el artículo y conseguimos que saliera en Telecinco.

Nosotros  veíamos que la cosa avanzaba, que cada vez iba sumándose más gente. Fue toda una serie de golpes que fueron dándose, que no estaban orquestados. Y ya cuando salió, fue divertidísimo porque me cogió en Las Palmas. El teléfono se volvió loco, de hecho me llamó la televisión para hacerme una entrevista.

Y la cosa no acaba aquí, porque ahora se abre otro escenario, que es una posibilidad que a mí me interesa muchísimo más. Y es que yo creo que desde hace mucho tiempo, no sé si por primera vez, esta ciudad o muchos vecinos de esta ciudad ven que es posible echar abajo todo este tejemaneje. Y esto tiene cierta carga de empoderamiento y de capacidad de cambio.

A mí sí me gustaría generar un proyecto para el edificio Viera y Clavijo, que fuera para la ciudadanía, que estuviera vivo y que no me digan ahora que no hay dinero. Porque nos hemos ahorrado 16 millones. Pues con ese dinero se puede hacer un centro cívico para la juventud que está abandonada, donde tengan salas de ensayo, equipos para hacer cine, donde haya un teatro.

Al final me veo metido en estos follones que me quitan tiempo, pero le dan sentido a la existencia de uno.

 

P. Has dicho que Canarias tiene artistas muy importantes y una cultura muy importante. ¿Crees que somos conscientes, los canarios y las instituciones públicas, de la importancia que tiene para nuestro progreso darnos la oportunidad de desarrollar nuestra cultura?

R. No, no la tienen. Nosotros tenemos una cultura riquísima con artistas, escritores, poetas, músicos. Gente con una gran capacidad de trabajo, con una excelencia brutal y no somos conscientes de esto. Porque se plantea una cuestión absurda, que es el problema identitario de quiénes somos. Siempre estamos con la historia de que lo de fuera es mejor. Y aquí lo que ocurre es que el artista tiene que triunfar fuera para ser reconocido aquí. Volviendo al caso de Rodin, ¿qué es lo que cambia las cosas? Que saltamos el bloqueo periodístico de los medios que hay en Santa Cruz y sale en la televisión nacional. Pues con los artistas ocurre lo mismo. Aquí estamos hablando del Carnaval, de la Romería, de Pepe Benavente, de la canariedad, de Los Sabandeños,  ochenta años más tarde, con los chistes de Calero, En clave de Ja. Y aquí hay muchísimo más. Yo creo que se hacen mal las cosas porque lo mezclamos todo y porque tenemos un puñetero complejo de inferioridad. m. m.

 

 Ateneo de La Laguna. Junta Directiva correspondiente al Bienio 2023 – 2024.

Presidente: Claudio A. Marrero Escudero. Vicepresidente 1º: Carlos Díaz-Bertrana Marrero. Vicepresidente 2º: Ernesto Valcárcel Manescau. Secretario General: Carlos Berástegui Afonso. Tesorero-Contador:     Antonio A. A. Delgado Núñez.

Sección de Literatura y Teatro: Antonio Martín Piñero y Katya Vázquez Schröder.

Sección de Audiovisuales: Miguel García Morales y Raquel Toste Hernández.           

Sección de Música: Samuel Aguilar Pereyra y Mª Teresa Lorenzo Rodríguez.           

Sección de Humanidades y Ciencias: Noelia Villena de la Cruz y Damián Rodríguez Pérez.         

Sección de Arte: Abraham Reverón Miranda y Lucía Dorta Abad.    

Vocales: Sandra Santana Pérez, Víctor José Ruiz Guzmán,       

Antonio Vela de la Torre y Rafael de Miguel Martínez   .