FIRMA INVITADA : LANGE AGUIAR
Decía Beckett que "las palabras son lo único que tenemos".
Está comprobado por la ciencia que leer tiene suculentas consecuencias:
Por lo tanto, y dado que detrás de un gran lector, hay muchas veces un escritor, en esta sección nos vamos a ir acercando a la lectura y la escritura. Leer es sano y escribir, aún más. La firma invitada pretende acercarse a la pluma de algún escritor residente en Canarias y que escriba por estos lares. Estaremos pendientes de las novedades editoriales y nos interesaremos por su contenido (leeremos), así como por el carisma y la trayectoria de la mano que escribe. Leer, leer lo que se escribe y escribir para que se lea más. Bienvenido a la firma invitada.
Miguel Díaz, o Lange Aguiar, como le gusta que lo llamen, es un humanista muy completo. Icodense de nacimiento y lagunero de adopción, este hombre tiene en su haber una trayectoria cultural inmensa. En el sector del voluntariado y el asociacionismo ha pasado por las directivas de Nuevo Futuro o ICAS (INSTITUTO CANARIO de ANIMACIÓN SOCIAL), por citar algunas. Profesionalmente, ejerció como docente durante mucho tiempo. Ocupó, asimismo, diversos cargos políticos, municipales y autonómicos relacionados siempre con la Juventud, el Patrimonio o la Colaboración ciudadana. En la actualidad, tiene un programa de radio en Onda Aguere, es miembro de Acte Canarias, coordina una tertulia literaria… Como creador ha publicado numerosas obras (poesía fundamentalmente, pero también novela) y casi siempre relacionadas con la espiritualidad, ese ámbito entre la tierra y el suelo por el que todos sentimos atracción de alguna manera.
A Lange le nació la vocación literaria, según él mismo nos cuenta, “desde muy pequeño. Me encantaba contar historias y ya en el colegio me gustaba escribirlas y compartirlas en clase animado por mi maestro don Joaquín. Lo mismo me pasaba en el instituto. En mi época universitaria también escribí mucho, especialmente poesía de reflexiones y vivencias personales, denuncias sociales y poesía crítica. ¡Colaboraba incluso con el periódico La Tarde!”
Ahora nos entrega con las manos abiertas este libro: Leugim. Se trata de un ejercicio narrativo que, en palabras del propio autor, “cuenta crónicas que siempre y nunca existieron”. Diríase que está el lector ante una muestra de relatos entre la fábula y lo onírico que invitan descaradamente a soñar. A cerrar los ojos e imaginar las andanzas que allí se refieren. En este libro se mezclan la infancia de Lange y las miserias de la época. Se cruzan los sentires familiares con el despertar de la juventud. Se entrelazan los principios del maestro y la incipiente conciencia social del hombre. Se encuentran, en definitiva, el hombre maduro, su capacidad de razonamiento y su espiritualidad. De todo eso nace Leugim. El niño y el hombre, el acontecer cotidiano y el plano de lo inmaterial bailan como enamorados en este libro magistral. Gracias por darlo a la luz, amigo.
Pero dinos, Miguel Ángel, cómo se fraguó Leugim. Cuéntanos su historia:
―Leugim es un profesor real que va experimentando vivencias y recuerdos que forman parte de la memoria de muchas personas, de una generación que vivió los años sesenta y setenta con mucha intensidad. Fue una época que a mí me tocó vivir y que trato de compartir, y eso hace que esta novela sea muy especial. Habrá más leugines contando muchas más historias del camino vivido por este profesor.
Y explícanos, va dirigido a algún perfil concreto de lector?, ¿qué quieres transmitir con esta obra?
―Lo escribí para el público en general, pero especialmente para aquellos que saben disfrutar de novelas con emociones intensas de vida y de realidades experimentadas y compartidas.
Lange, si tuvieras que publicitar tu novela en 4 o 5 líneas, ¿qué dirías?, ¿por qué habría que leerla?
Debe leerse porque puede ser tu propia experiencia, porque la novela lleva de la mano a cualquier lector de forma sencilla y directa y lo introduce en momentos mágicos de recuerdos reales que pueden ser compartidos por cualquier persona. Debe leerse.
Pues ya sabe el lector. Si quiere caminar por los senderos de la sencillez y de la magia, de la memoria y de los sueños, acérquese a Leugim. Quien firma estas líneas pasó unos días viviendo en estas palabras del autor: “Pensar más con el corazón y sentir más con la mente”. Quien anda por el mundo con este lema debe de ser una persona muy lúcida ―pensé―. ¡Y vaya si lo es! Lange Aguiar escribe sintiendo y siente pensando. ¡Bienvenido Leugim!
©Rosa Galdona.