Se oye el silbo del alisio
viento de nuestra tierra
que refresca en los veranos
y en invierno siempre suena.
Que a veces cuando quiere
trae nubes grises y negras
que descargan desde el cielo
gotas de agua muy buenas.
Cambiando así el paisaje
con ellas siempre se riegan
aquellos montes tupidos
y las florecillas nuevas.
Alegrando nuestros campos
reverdeciendo las cuevas
con el musgo que se cría
allí por donde lloviera.
Alisios que soplan fuerte
y que despejar pudieran
los cielos encapotados
que por aquí se pusieran
Imagen tomada de internet