A los días de Nayra y Eriksson.
En donde esté una piedra solitaria[...]
donde habite el olvido[...]
Gustavo Adolfo Bécquer.
Te hallo en la soberbia escondida,
en el fugaz gesto de mostrarte
en el refugio de tus intentos
donde la súplica incita a lo incierto.
Te hallo cuando desnudas al silencio
en nuestras tardes de deseos
donde las prisas de tus voces recorren mi cuerpo,
y descubro que mi esencia es el aire
[ que respira tu amor.
Te hallo en el dulce tormento de esbozar
[versos
cuando le robó el silencio al tiempo...
en la espera donde la ilusión se fuga...
Y te hallo en los pensamientos donde ya no están las palabras,
cuando el olor a tu ausencia llega
[hasta mi...