Paisaje que asoma en mi retira, sin elegirlo.
Rincones salados que me acogen, sin ser invitada.
Que retiene un lazo de añoranza, padre.
Un cariño de madre olvidado y retoña,
quizás por la bruma.
Los silencios ruidosos, la montaña, la ola, la casa.
Se me hace ahora cotidiano, lo lejano.
Ahora respiro mejor, camino mejor, sonrío mejor.
Bajamar.