PEREZOSAS,
las puertas de los recuerdos polvorientos
se abren
y los momentos que fueron bellos
bailan borrachos en un cruce de caminos,
mientras una película en blanco y negro,
de todos los absurdos vividos,
emborrona mi presente.
Así lo supe,
que el tiempo me atraparía.
Mis huesos irán donde los pájaros
cuando sea polvo volador
y quizás deambule distraída
al calor de los rescoldos de alguna hoguera
donde antes el amor,
pero sin duda, volveré a la tierra
y seré de roca o seré de flor.