Libros por doquier adornaban las estanterías acristaladas.
Imágenes de colores en las portadas que manaban recuerdos del ayer.
Bancos pintados de arcoiris se reflejaban ante sus ojos color esmeralda.
Risas y sorpresas de los niños cuando pasaban las hojas de los cómics.
En silencio y como si apagaras las luces de la calle,
madrugas y sales con presteza al trabajo sin mirar atrás,
con prisas y acallando todas las voces y miradas,