AUTORA: Dulce Díaz
TÍTULO: Agáldar, ciudad de los caballeros
Gáldar, Agáldar o como le queráis llamar, es
y será siempre, un pueblo de gran ejemplaridad.
Brilla por su humildad y, a muchos, hace rabiar por
su gran belleza y singularidad.
Gran acierto, al llamarla Ciudad de los Caballeros
por grandes menceyes representar.
Muchos son los lugares a nombrar y, unos cuantos a mencionar,
desde La Cueva Pintada, Los Dos Roques,
La Calle Capitán Quesada, El Museo Antonio Padrón,
Las Casas Consistoriales, El Antigüo Ayuntamiento
con su Drago milenario y, hasta el último rincón,
es todo un privilegio de cultura a amar qué
ningún catedrático a de firmar para diagnosticar.
Es fácil adivinar de qué pueblo hablando se está
en cualquier océano o lugar por tanta originalidad,
nuestro pueblo, embellecido con flores en mayo está,
ello es todo un ritual de belleza natural;
foto aquí, foto allá, y todos, encantados van.
En la Agáldar amada, jóvenes, niños y adultos
a la Quinta van a disfrutar de cualquier acto cultural,
fiesta o, noria a la que montar; viendo desde lo alto
el encanto del lugar con gran sonoridad.
Los orígenes del pueblo guanche intactos están y,
su historia ,nadie se la podrá quitar, ni reducir a la mitad.
Grandes serán los caballeros de mi pueblo natal
sabiendo qué los guanches pisaron el lugar.
Gran pueblo, Ciudad de los Caballeros o
Agáldar es mi sitio a nombrar por amar y respetar
y, aquí, quiero vivir hasta el fin del existir.
Agradable lugar, bendecido está y, nadie lo cuestionará
ni dudará la gran historia de su vivir.
AUTORA: Louma Limen
TÍTULO: ¿Qué arde?
Arden los pinares, los eucaliptos, los matorrales
arden las encinas, los montes, incluso los cipreses
arde toda España
y debajo de esas llamas
arde la dejadez , la desgana
arde la indiferencia enmascarada
arde la estupidez documentada sin resina
ceniza esparcida de llanto y de cortafuegos
cada lágrima, cada gota del ego ajeno
cada espiga de sudor, de los que enfrentan el horror
dejando un surco en esos campos
huellas que no se olvidan
bajo la tierra ni con el canto de un ruiseñor
arde la desesperación de los pueblos
de las islas que temblando están
bajo los volcanes con el miedo de erupcionar
la limpieza de las malas hierbas
no deberían ser multadas ni castigadas
eso salvaría lo que arde
en el corazón de todos
nuestras casas , campos y animales
los recuerdos de toda una vida
arden delante de nuestros ojos
impotencia frente a una emergencia nacional
miles de hectáreas calcinadas, arrasadas
de belleza natural,
¡¡¡Ardo yo... me quemo!!!
AUTORA: Sandra Morejón
TÍTULO: Llorando lava
Titán inexorable que dormía
en la cuna de mi Palma tranquila,
trajo pena de tu vientre que afila
coladas cual cuchillo que te abría.
Goliat sin David que huye de tu entraña,
sirinoque de una danza implacable,
que quiere transformarte en mustio jable
envolviéndote en sus patas de araña.
Tu cuerpo como carne que se raja
con el fuego y la fuerza de un coloso,
llora lava rojiza de tu foso
abatiendo así el vuelo de la graja.
Renacerán tus barrios sepultados
tras los bramidos del dragón naranja,
azulará cielo, mar, luz y zanja,
hundiendo el gris plúmbeo ¡tu pie izado!
Brotarán tus pinos con la sonrisa
de tus niños y de tus plataneras:
cenizas borradas de tus aceras,
nieve negra abanicada en la brisa.
Él se irá y despertarás más bonita:
seré la calma para tu quebranto
con versos que sobre tus rocas planto
como un manantial que loas recita.
En silueta de lágrima eres canto
del sediento consuelo de tu aurora,
pero ahora llora, mi Palma, llora…
Los canarios secaremos tu llanto.
(uno de los poemas con el que ha quedado semifinalista regional en la VII Edición del Premio Nacional de Poesía Viva #LdeLírica, semifinal a celebrar el 19/09/2025, a las 19:00 h., en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Las Palmas de Gran Canaria).
AUTORA: Lázara Tania Linares Ramos
TÍTULO: Silencio
« ...A tí, poesía, la voz que me desvela, las de las mil resonancias, la eterna...»
Chona Madera
Bajo la melodía de mis sentimientos,
yo hago mi propia poesía.
Dibujo los pensamientos,
hago diáfano el momento
y huérfana la palabra.
Me quedo en el banco triste y
solitario por donde la rosa pasa.
Se hace el verso; pero nadie lo escucha.
Es amargo en la despedida
y tormentoso en su afán.
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