Se deben tener en cuenta todas las culturas que han estado en contacto con las Islas Canarias en los últimos siglos, ya que cada una de ellas ha dejado huella en mayor o menor medida al folclore canario. Desde los primeros pobladores anteriores a la conquista, hasta los españoles y portugueses durante la misma, y otros pueblos europeos, así como la cultura caribeña traída por los emigrantes canarios a su vuelta. La aportación de cada una de ellas generó el primer folclore musical canario, al que luego se sumarían las de los comerciantes genoveses, judíos, flamencos, y británicos, y sobre todo, el tránsito de personas entre Canarias y América.
De todo esto ya hemos hablado, así como de las principales danzas canarias, hoy trataremos someramente, una danza clásica de origen francés: El Minué.
En su origen se llamaba El Minueto, de cuna francesa, inicialmente de carácter popular o rústico, pero durante el periodo barroco se “nobilizó” para pasar a los salones palaciegos, con función de danza cortesana y galante.
La danza es elegante y consta de dos partes, dos secciones con repetición de cada una de ellas. Es una de las danzas facultativas de suite. La interpretaban los miembros de la aristocracia y era la favorita del rey francés Luis XIV. Debido a esta asociación con la corte real, se le considera danza digna y refinada.
El paso se puede describir así: un paso adelante con el pie derecho en el primer y segundo conteo de la música, tres pasos adelante en el tercer cuarto y quinto conteo, alternando patrón de pie derecho y pie izquierdo sucesivos.
El minueto o Minué se afianzó en esta danza clásica durante la corte de Luis XIV, siglo XVII, y se extendió por toda Europa. Hacia 1820 llegó al Río de la Plata para integrarse al grupo de danzas en los salones de Montevideo y Buenos Aires.
El Minué se baila en pareja suelta, fue un baile de moda del siglo XVIII. Desde esa época, según los autores, se baila en La Palma. El festival del siglo XVIII también es conocido como Minué.
Actualmente, se baila en La Palma, cada cinco años, en las fiestas patronales de La Bajada de La Virgen de las Nieves. Es uno de los números grandes del programa de actos. En la edición de 2010 se introducen importantes novedades tanto en la configuración del número de parejas de danza como en el diseño de los vestidos, que se pueden contemplar en la exposición ubicada en la Casa Massieu Tello de Eslava, sede social de la entidad antigua Caja Canarias.
Según los autores se respeta el vínculo con la tradición, pero La Bajada de La Virgen no es una fiesta anclada en el pasado y en cada época se ha enriquecido con nuevas aportaciones para reforzar la popularidad y contribuir al interés y el nivel de esta danza. Se pretende darle unos aires palmeros para vincular el Minué con la cultura de la isla, como es vincular los vestidos en el patrimonio de La Palma.
En la actualidad, el Festival del siglo XVIII se ha consolidado como uno de los espectáculos más relevantes de la fiesta quinquenal en homenaje a la patrona palmera. Se trata de una representación coreográfica en la que se han mezclado sonidos musicales de neta inspiración palmera con una decoración de corte versallesco. Todo ello para ofrendar a través de la danza a Nuestra Señora de las Nieves y anunciar su llegada al casco capitalino.
Fuentes:
Concejalía de Cultura Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma